En la costa sur de la provincia de Buenos Aires, dentro del partido de Coronel Rosales, se encuentra Pehuen-Có, un balneario que combina la tranquilidad de un pueblo costero con un valor natural y científico que lo convierte en un destino diferente.

Sus extensas playas no solo ofrecen descanso y mar abierto, sino que también guardan un tesoro escondido en sus médanos y acantilados: fósiles de millones de años y huellas prehistóricas que narran la historia de la vida en la región.

Pehuen-Có mantiene un perfil sereno, alejado del turismo masivo. Sus calles de arena y su entorno de pinares le dan un aire rústico y familiar, ideal para quienes buscan un lugar auténtico donde la naturaleza sigue siendo protagonista.

Playas amplias y mar cambiante

Las playas son la gran carta de presentación del destino. Con kilómetros de arenas claras y suaves pendientes, invitan tanto al descanso como a las caminatas.
El mar, de tonalidades que varían entre verdes y azules, cambia según los vientos y las mareas, mostrando siempre un paisaje renovado. Por su amplitud, es un lugar donde cada visitante puede encontrar su propio espacio, sin las aglomeraciones de otros balnearios.

Durante la temporada estival, el balneario ofrece paradores y servicios básicos, aunque sin perder la esencia de tranquilidad que lo caracteriza. Es un lugar ideal para familias, para quienes disfrutan de la pesca desde la costa o para quienes buscan escenarios naturales para la fotografía.

Huellas prehistóricas en la arena

Uno de los mayores atractivos de Pehuen-Có son las huellas fósiles de animales prehistóricos que se descubrieron en la década de 1980 en la zona intermareal.

Estas marcas, impresas en el suelo hace más de 12 mil años, pertenecieron a megafauna de la era del Pleistoceno, como megaterios, gliptodontes y mastodontes, que transitaban lo que en aquel entonces era una planicie fangosa.

Cuando la marea baja, es posible realizar visitas guiadas en las que especialistas explican el valor de este yacimiento paleontológico, considerado uno de los más importantes de Sudamérica.
El hallazgo permite a los visitantes caminar literalmente sobre las huellas del pasado y dimensionar la magnitud de los animales que habitaron estas tierras.

Museo Paleontológico Municipal

Para profundizar en esta riqueza, el Museo Paleontológico de Pehuen-Có expone restos fósiles hallados en la zona, recreaciones y material didáctico que ayuda a comprender la importancia científica del lugar.
El museo es un punto obligado para quienes viajan con niños o para los amantes de la historia natural, ya que permite complementar la experiencia de ver las huellas en la playa con una mirada más detallada y educativa.

Entorno natural y actividades

El balneario está rodeado por médanos, bosques y cursos de agua que ofrecen alternativas al mar. El arroyo Pehuen-Có atraviesa el paisaje y crea sectores ideales para el descanso, el avistaje de aves o un picnic a la sombra de los árboles. El ambiente es propicio para caminatas, cabalgatas y paseos en bicicleta, que permiten descubrir rincones tranquilos donde la naturaleza muestra toda su diversidad.

La tranquilidad del pueblo también se refleja en su propuesta gastronómica y cultural. Pequeños restaurantes y casas de té ofrecen platos caseros, pescados frescos y repostería regional, mientras que en verano suelen organizarse ferias artesanales y encuentros culturales.

Cómo llegar a Pehuen-Có

Pehuen-Có se encuentra a unos 80 kilómetros de Bahía Blanca y a poco más de 20 de Punta Alta, la ciudad cabecera del partido de Coronel Rosales.
El acceso principal es por la Ruta Provincial 113, que conecta con la Ruta Nacional 229. Desde Bahía Blanca se puede llegar en automóvil en aproximadamente una hora de viaje.

También existen servicios de transporte público que parten desde Bahía Blanca y Punta Alta durante la temporada, aunque la opción más cómoda para recorrer la zona y acceder a sus playas es el vehículo propio.

Un destino distinto en la costa bonaerense

Quienes eligen Pehuen-Có encuentran algo más que sol y playa. Este rincón de la costa bonaerense permite disfrutar de la naturaleza en estado puro y, al mismo tiempo, ser testigos de un patrimonio paleontológico excepcional. Descansar bajo el sol, caminar entre fósiles, explorar médanos y escuchar el silencio del mar hacen que la visita se convierta en una experiencia única, donde cada día es un viaje hacia el pasado y hacia la esencia misma de la vida costera.

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Publicado el 11/11/2025.